Inteligencias múltiples.

Cada persona nace con un genio interior a descubrir y potenciar. La educación los etiqueta, convierte su ignorancia en mediocridad. Lo que habría que lograr es que la fortaleza se transforme en excelencia. El poder duro -hard power– procede de la fuerza. El poder blando – soft power– atrae por la cultura o por la bondad de una política. El cerebro tiene el poder duro de la razón en su hemisferio izquierdo y el poder blando de la emoción en el derecho. El poder inteligente –smart power– conjuga razón con emoción, plan con intuición, conocimiento con imaginación. Es querer con eficacia.

Un GPS en el cerebro. El GPS posee el mapa de la ciudad. El cerebro debe tener el suyo para saber qué y cómo se hace o se hizo (procesos), qué dio mejores resultados (buenas prácticas), qué hay que evitar (errores), quiénes pueden ayudarnos (capital social), etc.

La clave es saber a dónde quiero ir, sin eso no existen vientos favorables.

Sin conocer los objetivos, el GPS es inútil. Un software externo no sabe nada de nosotros, es un radar que nos vigila. El software interno es una brújula que recurre a conocerse a si mismo, lo que genera la energía. Las preguntas estratégicas son: ¿Dónde estaba ayer? ¿Dónde estoy hoy? ¿Dónde quiero estar mañana y ¿Cómo haré para conseguirlo?

Horacio Krell

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