El Diálogo Apreciativo.

Es el hábito de buscar lo positivo, potenciarlo y  anticipar el futuro. La solución tradicional parte del problema: ve lo que está mal, identifica la causa, construye hipótesis, elige la más fuerte y ejecuta el plan. El diálogo apreciativo busca lo mejor y luego lo construye. El sí es más fuerte que el no, tiene mayor poder psíquico.

 El problema cierra, en cambio, el diálogo abre. Lo negativo no tiene la fuerza de la visión, los recursos son escasos, el diálogo abunda en alternativas. La mente como el paracaídas sólo funciona cuando se abre. Uno apela a la resistencia el otro a la energía. Uno avanza paso a paso, el otro con ideas. Uno elige la dirección externa, el otro el poder interior.

 Cambiar la imagen negativa de problema por la visión positiva de la solución, retoma la idea de Nietzche: No hay hechos, sólo interpretaciones. La fórmula Imágenes positivas = acciones positivas combina descubrimiento, meta, diseño, acción, con técnicas lingüísticas:

 Conversaciones para abrir, decidir,  ejecutar, evaluar y cerrar. Conversando, imaginando, descubriendo y ejecutando el futuro ya no es lo que era, el futuro es ahora una creación.

 Horacio Krell

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