Aprendizaje holístico.
El formato global y sistémico del entorno sugestivo sintoniza con las leyes cerebrales, evita la dominancia del hemisferio izquierdo, ya que su exceso de análisis provoca parálisis. El hemisferio derecho produce la síntesis. La simultánea e indivisible cooperación es una alianza estratégica entre lo consciente y lo inconsciente.
Sobreviene así un estado de flujo, de alto rendimiento que no precisa de ejercicios especiales de relajación. El arte es uno de los campos de mayor poder sugestivo porque suma los sentimientos al aprendizaje, atrayendo la curiosidad, la atención y la participación lúdica, con lo que se favorece la memorización y el desbloqueo psicológico. El arte llega a las verdades más profundas por el camino más sencillo.
El sí es más potente que el no. Las sugestiones positivas toman el lugar de las negativas y cuanto más se ofrece, más se aprende, cuanta más motivación e ilusión se brinda, más fácil es el aprendizaje. No es tanto qué se hace, sino cómo se hace, cuándo y con qué objetivo.
Todo se resume en una palabra: comunicación de excelencia entre el profesor y el alumno. Es imprescindible la veracidad, el profesor debe creer en lo que hace y sentir amor por ello, sin artificios ni falsedades. Cuando el alumno lo percibe, destapa sus reservas mentales.
Einstein donó su cerebro para que otros descubrieran su secreto. Para sorpresa de todos no difería en nada de un cerebro común. La única diferencia era el tejido que relacionaba a las neuronas, el cable que las conectaba desde ambos hemisferios cerebrales era más grueso porque en su vida le dio tanta importancia a la imaginación como al conocimiento.
Horacio Krell
