Mente sana en cuerpo sano.
Científicos canadienses midieron el gasto de energía y la capacidad mental de los ancianos. El resultado fue sorprendente. Para un grupo la actividad era caminar, cocinar, arreglar el jardín. El grupo de los sedentarios, que permanecía sentado frente a su computadora, obtenía bajos resultados. En cambio, el grupo que tenía una actividad física suave, mejoraba su capacidad de razonar.
Mover el cuerpo es un antídoto contra la obesidad, el sedentarismo y el estrés. Lo que no se usa se pierde. Moverse libera agentes químicos, que como la endorfina, producen bienestar. Por otra parte el entrenamiento mental evita que funcionemos en piloto automático.
La neuroplasticidad es la capacidad del cerebro para autoformatearse con el aprendizaje y la experiencia, que crean redes neuronales que reflejan los cambios que producen el conocimiento y el trabajo.
La pandemia del siglo xxi es el mal de Alzheimer. La paradoja es que se puede vivir más años, pero de qué sirven si no se pueden disfrutar. No se conocen casos de Alzheimer en ajedrecistas famosos, esto revela que hay que sumar al movimiento físico la gimnasia mental. La jubilación es peligrosa. Verdi sobre la causa de su longevidad creativa afirmó: toda la vida busqué la perfección y todavía no la pude hallar.
Horacio Krell