El cerebro del recién nacido es una página en blanco. Sus neuronas se conectan con otras según la estimulación que reciba. Su estilo de vida se refleja en la corteza por la neuroplasticidad que tiene de autoformatearse. Hoy hay más opciones para mejorar los circuitos neuronales. O se deja que maduren naturalmente como crece la lechuga o se cultivan. En sus 1ros años el niño crea el capital que le permitirá vivir luego de los intereses. Si no lo crea en la niñez no lo hará. Hay 2 claves del progreso: la cultura del ejemplo y la estimulación temprana. Al nacer la conexión neuronal está abierta luego depende del cultivo. No tiene sentido regar una planta que murió, aplicar estímulos sin un órgano capaz de procesarlos o establecer conexiones fuera de tiempo. Lo ideal es rodear al niño de un ambiente variado y en su maduración brindarle los estímulos adecuados. Los circuitos se construyen precozmente, es vital ayudarlo para que aprenda a crearlos cuando su cerebro todavía no tiene molde.
Horacio Krell