El mapa de la mente no es el del cerebro. Las neurociencias desde 1990 -la década del cerebro- con neuroimágenes observan al cerebro mientras piensa. Develar los misterios del hardware no se convirtió en software mental y no bajó a la educación que sigue siendo la cenicienta pese al auge de las neurociencias. Einstein donó su cerebro y lo soprendente fue que no encontraron nada sorprendente. Su secreto no estaba en el hardware sino en el software con el que lo hacía funcionar. Su cuerpo calloso más voluminoso reflejaba su teoría de que la imaginación es más importante que el conocimiento y que no se descubre algo nuevo con el hemisferio racional. Hoy el multitasking creado por la tecnología lleva al clickeo constante, impide concentrarse para leer y genera procrastinación que es dejar para mañana lo que no se puede hacer hoy. El cerebro fue diseñado para hacer una cosa a la vez. Neurociencias y educación no deben mirarse a los ojos sino asociarse para mirar en la misma dirección.
Horacio Krell