Humm. Por supuesto que una oferta así genera muchas dudas. ¿Por qué?
En primer lugar porque la velocidad de lectura no es un valor constante y uniforme. Depende de múltiples factores: conocimientos previos del tema, nivel de vocabulario, frecuencia lectora, etc.
Cuando leemos un tema sobre el que tenemos información previa, intuitivamente incrementamos el ritmo lector.
Un pobre vocabulario obliga a leer por contexto, con regresiones constantes, porque cada vocablo desconocido detiene el ritmo lector.
El lector frecuente lo hace a un ritmo más acelerado que el lector eventual.
La dificultad del texto también es factor para aminorar la velocidad de lectura.
Por todo ello, asegurar y prometer velocidades supersónicas de lectura genera dudas razonables.
Es mejor entrenar habilidades lectoras que permitan leer racionalmente de acuerdo al texto que tenemos en nuestras manos.
Por Prof. Héctor Arber Dvoretzsky.